La primera etapa pasó por Inca, Lluc y Alcúdia

La primera etapa de eMallorca Challenge llevó a los 39 coches eléctricos participantes desde Inca a Alcúdia, pasando por Lluc y Pollença, en un recorrido que puso a prueba la autonomía, la eficiencia y la fiabilidad de los vehículos.

La prueba comenzó en el patio de armas del Cuartel General Luque, con salidas cronometradas separadas por treinta segundos. Los competidores debían dirigirse hacia Lluc por Caimari y estacionar en el aparcamiento del Santuari. Una vez allí, se realizaron dos pruebas de habilidad para puntuar la pericia de los conductores, una de slalom con conos y otra de frenado. Tras la merienda en Ca s’Amitger, el desafío encaminó a los vehículos hacia Alcúdia, por la carretera de Lluc hacia Pollença, para llegar frente a las murallas medievales alcudienques.

Una comitiva encabezada por la alcaldesa Bàrbara Rebassa recibió a los participantes que estacionaron sus vehículos para que el público se hiciera fotos y pudiera preguntar sobre las ventajas de los coches eléctricos a los representantes de los concesionarios. Además, estuvieron invitados los responsables de los centros educativos de Alcúdia y la alcaldesa anunció que «gracias a iniciativas como eMallorca Challenge nos hemos comprometido, junto a la comunidad educativa del municipio, a repoblar y resembrar de posidonia la playa de Alcanada en el próximo curso 2021-2022».

La Policía Local de Alcúdia escoltó la caravana de vehículos hacia el mirador de la victoria, donde los ocupantes de los coches eléctricos pudieron disfrutar de las impresionantes vistas marítimas.

El almuerzo en el Mesón Los Patos del Port d’Alcúdia supuso una pausa a una jornada intensa. Los comensales comentaron el recorrido que se había realizado hasta el momento y hubo unanimidad en que el uso de los vehículos eléctricos se debe potenciar.

De hecho, durante el acto de recibimiento en Alcúdia, el jefe de ventas de KIA Motors, Joan Arrom, ofreció una pequeña charla didáctica en la que resaltó que «el coche eléctrico es ya una realidad, no es algo del futuro», y aclaró que «los ciudadanos deben perder el miedo a la autonomía de este medio de transporte. Ahora mismo se alcanzan autonomías que sirven para los recorridos diarios que hacemos en Mallorca».

Tras el Mesón Los Patos, la siguiente parada se hizo en Alcúdiamar, donde se había preparado una zona de exposición de los coches eléctricos a pocos metros de las barcas amarradas en el puerto, y se llevó a cabo una prueba fotográfica. El director general de Alcúdiamar, Tomeu Bestard, ratificó «el compromiso de nuestra firma con la sostenibilidad y la conservación».

El siguiente punto antes de volver al Cuartel General Luque se localizó en el Puig de Santa Magdalena de Inca, donde se realizó una prueba de regularidad y consumo.