Montuïri es uno de los dos municipios que en Mallorca participan en un proyecto europeo Sustowns de turismo sostenible coordinado por la Fundació Mussol
En los últimos meses Montuïri ha dado pasos importantes para mejorar la movilidad en el pueblo y hacerlo más habitable a los peatones. El pleno del Ajuntament del pasado mes de abril aprobó reducir el límite máximo de velocidad del tráfico a 30 km/h antes de que se aprobara la normativa estatal. Al mismo tiempo, se han instalado radares informativos para disuadir a los conductores en las entradas principales del núcleo urbano. Estas medidas se añaden a otras comenzadas a principios de la legislatura, como fue cerrar un tramo de la calle Major y la Plaça Major al tráfico rodado durante los fines de semanas. Una medida que ha permitido recuperar la vida en este lugar tan céntrico de la localidad.
El Ayuntamiento ha invertido varias líneas de ayudas del Govern y el Consell para mejorar, por ejemplo, los cierres en el Local Jove y la instalación de un punto de recarga para coches eléctricos en la avenida des Dau. Al mismo tiempo, se ha hecho una inversión importante en el edificio del Ajuntament mejorando su eficiencia energética.
Montuïri es uno de los dos municipios que en Mallorca participan en un proyecto europeo Sustowns de turismo sostenible coordinado por la Fundació Mussol. El objetivo es que este proyecto no sólo sea útil para Montuïri sino que se pueda aprovechar toda la comarca del Pla de Mallorca. Por ello se están redactando planes de promoción turística y de comunicación, se han celebrado unas primeras jornadas formativas y se ha presentado en esta edición de Fitur.
Punto de vista
«La sostenibilidad es una necesidad imperiosa»
El alcalde de Montuïri, Joan Verger, afirma con rotundidad que «la sostenibilidad es una necesidad imperiosa», y sostiene que la suerte de vivir en una Mallorca con sol casi todo el año es algo que hay que aprovechar «y dar ejemplo de ello desde la administración a los ciudadanos». Otro puntal de su visión ecológica está en abordar el turismo desde una perspectiva de sostenibilidad y equilibrio. «Que los mallorquines lo vean como algo beneficioso que repercute en toda la sociedad sin agotar recursos de la Isla», señala.
